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SUMISA NI CAGANDO: PUTA y FEMINISTA - PAMELA (Chile)

  • Foto del escritor: CuchaRica Irreverente
    CuchaRica Irreverente
  • 29 may 2019
  • 18 Min. de lectura

#3 29Mayo19 #ENTREVISTA


La elocuencia de Pamela debiese ser suficiente para desalojar la caricaturización que impera acerca de las putas. Nos citamos en un café del bohemia Bellas Artes, en Santiago, se acerca a mi con cierta sospecha e imagino que, debido a su ocupación, esta actitud debe ser cotidiana: Pamela es trabajadora sexual, tiene 31 años, es madre. Ha trabajado en encuentros presenciales, pero actualmente está dedicada al cyber sexy a impartir talleres de trabajo sexual virtual.


Pamela se declara una puta feminista.


¿Cómo respondes al discurso “es imposible ser puta y feminista”?

Primero, no podemos excluir a ninguna mujer del feminismo. El motivo que dan ciertos sectores feministas, como razón de que las putas no podamos ser feministas, me parece terrible porque si se dirigen a las trabajadoras que están siendo obligadas a la prostitución: ¿por qué no podrían ellas ser feministas? Sobre todo aquellas que lo estamos haciendo por decisión, independientemente y hacemos activismo. No es que estemos promoviendo el trabajo sexual, es para que la persona que tenga la inquietud porque, aunque nadie lo crea, si hay personas que quieren ser trabajadoras sexuales: modelos eróticas, cam girls, prostitutas, strippers, entonces deben aprender como hacer la plata para ellas, que nadie debe administrarles nada, que se debe trabajar sin proxenetas, sin machos. Es importante que ellas sepan que son parte del feminismo y que hay compañeras, colegas, que están dispuestas a hacer comunidad con ellas y a acompañarlas.


Cuando escuchamos hablar de prostitución, desde los adherentes al abolicionismo, es recurrente que asocien el trabajo sexual a la trata de personas, la esclavitud sexual, la pedofilia. ¿Cuál es tu opinión al respecto?

Creo que son temas súper importantes; que debemos tocarlos. Que es un tema que debe hablar acerca de quienes manejan estas redes de prostitución y tráfico: son mafias. En Chile existe, las putas que están trabajando hace años en las calles tienen cifras, pero son cifras negras porque cuando se habla con las putas en las calles, departamentos, en los cafés, se está hablando con mujeres que están ahí por su voluntad. Las mujeres que están en contra de su voluntad, están encerradas. Este es un tema que debería ser llevado a la ley, hay que atenderlo. Pero ¿por qué casarlo con las mujeres que estamos haciendo este trabajo auto-gestionado e independiente?


Siempre que queremos hablar, nos endilgan esta situación y hacen una patología del putero: que es un violador, un abusador, un sádico, un huevón terrible y que nosotras trabajamos para el patriarcado. Estos hombres no son menos ni más machos que tu papá, pololo, hermano.


Es necesario preguntarnos dónde están estos clientes. Estos clientes no son enfermos que andan con un saco, exhibiéndose. Son clientes normales. Creo que el feminismo abolicionista SWERF (Sex Worker Exclusionary Radical Feminism) es realmente un feminismo anti-putas, cachai?


Con respecto a lo que dices sobre la patologización del usuario (de trabajo sexual)¿crees que existe una caricaturización de la trabajadora sexual también?

Claro! Está esta caricatura de la puta triste porque, quizás, el sistema te apaña más si tienes un discurso de victimización,pero si digo lo hago porque quiero, porque siempre quise hacerlo y encuentro la manera de hacerlo dignamente y estar a gusto con lo que hago, hay un sector, no solo feminista, que no puede entender que la mujer pueda ser dueña de su propio cuerpo con fines comerciales; que no sea entregado ni por amor, ni para hacer hijos. Entonces claro, se hace esta figura de la puta triste, obligada, que no le quedó otra opción; tonta y que el cliente es un huevón abusador, que no le diopa conocer una mina gratis y no es así. Hay de todo, pero generalmente no es así.


Hablamos de una industria en donde se transa la corporalidad en pro de un beneficio económico, nada más. ¿Existe el placer para ti, como trabajadora sexual cuando estás rindiendo tus servicios?

Interesante pregunta porque también existe la caricatura de que las putas somos frías, cachai? Que bloqueamos el placer y no necesitamos afecto: eso es súper peligroso y muy cruel. Mi trabajo lo ejerzo un 98% de forma virtual: hago streaming en paginas porno, hago shows en vivo, videos, fotos y de eso obtengo placer porque soy una persona totalmente exhibicionista, me encanta.


También a veces me aburre, las personas que amamos hacer este trabajo también nos aburrimos. Una tiene que regalonearse harto para poder estar en un mood, para estar sexy y diosa: cómoda. Eso me da mucho placer. También he disfrutado encuentros presenciales, hay hombres que me pagan por ser terapeuta, por carretear, conversar. En mi caso disfruto lo que hago y me resulta placentero.


¿En qué consiste tu trabajo de webcaming?

El trabajo de webcaming es bien diverso, en la manera en que yo lo hago es entrar a un sitio exclusivo de webcaming en donde hago un streaming (video en vivo) donde me veo y a muchas otras personas y al lado hay un chat. Yo hago un late show, nunca salgo 100% desnuda, me pongo un escote, un bikini y mi música muy cooly hablo con mis usuarios sobre fantasías, mis juguetes. He logrado no tener trolls.


Vendo la fantasía de la chica gótica, rockera, buena onda: la amiga tetona.


Puedo estar conversando dos, tres horas y les doy mis redes y WhatsApp para quienes quieran comprar mi contenido privado que vendo de tú a tú. También si un chico me vio y quedó prendido, puede solicitar un show privado que puede ser una video llamada, como un cyber sex donde generalmente me desnudo a mi ritmo, me saco toda la ropa y me masturbo, ¿ya? Puede ser con mis manos o con mis juguetes, por lo general eso es lo básico. Si el cliente quiere otra cosa, eso se acuerda antes.


A mi me gusta el fetiche, pero no me lo piden; el chileno quiere poto y tetas, nada más!


-Nos reímos- Huevón, cuando me van a pedir una hueá más loca, algo más entretenido, pero no; al chileno todavía solo le gusta la pechuga y el culo.

A mi me gustaría experimentar con fetiche. El otro día, en un sitio porno, vi chicas chubbycomo yo, fumando un cigarro o un pito y acariciándose la guatita y habían miles de esos videos y millones de visualizaciones, pero no sé si me pagarían tanto, por eso, en el mercado chileno.


Me encantaría hacer videos de fetiches, de domy algo que se llama jerk off instructions, que es cuando la chica da instrucciones, a través de la cámara, para masturbarse.

Todos los servicios se establecen con el cliente desde antes. Te pagan por tu tiempo, tus servicios, no por tu consenso. Es muy importante que lo sepan todas las mujeres, no solamente las trabajadoras sexuales. Hay esta idea de que si te pagan, tú tienes que dar el gusto en todo y no es así; estés con tu pololo o un cliente que te pagó y aunque tenga el condón puesto y este encima de ti, si algo no te gusta, huevona agarra tus cosas y sal de ahí.


Hablando de intercambio de servicios, que opinas de la mujer que vive bajo la provisión económica del hombre, la mujer mantenida, que sin ningún tipo de responsabilidad, labor de cuidado, contribución a la comunidad o con hijos en edad escolar. ¿Crees que es un sistema de prostitución doméstica, cual por ser estéticamente aceptable no se señala como tal?

Estoy absolutamente de acuerdo. Esas mujeres han renunciado a todo sueño, etc. para simplemente estar, gratis, criando hijos en la casa, aguantando un montón de mierda, ¿cachai? Entonces ¿por qué criticamos a las mujeres que estamos vendiendo nuestro erotismo y por qué no hacemos una critica a todos estos otros intercambios económicos que se dan, pero claro están normalizados por la sociedad porque las mujeres “lo hacen por amor”? y esta mujer está más expuesta a la violencia machista porque está secuestrada, de alguna forma, en su casa y le sería muy difícil dejar al marido y aunque suene brutal, ese hombre violento, que ejerce violencia contra su esposa, es muy probable que sea el mismo que frecuenta strippers o trabajadoras sexuales y no las va a violentar: es una hueva muy loca. El macho no va a pagar para violar.


Desde tu experiencia, ¿cual es la critica que dirigen las abolicionistas feministas hacia la trabajadora sexual?

Una vez fuimos a un foro en la Chile en donde las abolicionistas trajeron una ex puta, una señora muy pa la cagá que interpretaba este papel de la vida terrible de una puta y después se cambió de bando...una cosa muy rara. Con mis compañeras hicimos preguntas de manera muy respetuosa y nos trataron de ordinarias, nos mandaron a trabajar pal patriarcado. Chile es muy tibio, hay feministas radicales que siempre tienen esta ilusión de tener que rescatarte y finalmente son anti-puta. Podría decirte que me da lo mismo lo que digan un par de niñitas, pero finalmente estas niñitas el día de mañana serán profesionales y van a ejercer puestos importantes dentro de la sociedad, cachai?


Es bastante inocente pensar en abolir la prostitución porque existe desde antes que el patriarcado y no puedo quedarme de brazos cruzados, mientras hay compañeras feministas que dicen que el trabajo sexual no es trabajo. O sea ¿qué es lo que hago? Estoy siendo violada.


Hay una figura que siempre sacan las abolicionistas y es la puta que trabaja en la calle, esta es otra caricatura; que está más pa la cagá que todas, pero en realidad está mejor que la que trabaja en el departamento porque, ponte a ver los mil millones de avisos spamque aparecen de chicas jóvenes, guapas, no son puestos por ellas, sino por un proxeneta que no tiene uno, sino diez departamentos: veinte lucas la cachita, ponte a pensar cuánto de eso le queda a la mina, cuánto tiene que dejar para la casa, cuánto le pide que haga, ¿con cuántos minos tiene que acostarse? Lo que sucede en un ámbito privado, es mucho más riesgoso.


Las mujeres tienen que tener acceso a, por lo menos, saber que existen otros formatos de trabajo sexual.


¿Es importante educar acerca de lo que es la prostitución?

Obvio que sí! No estoy promoviendo el trabajo sexual, que va a existir si hablo o no hablo y es importante que las mujeres [que decidan] entrar a esta industria, escuchen a compañeras, que no se sientan tan solas. Todas mis amigas que son trabajadoras sexuales, empezaron solas en un Chile que no conocía el concepto de sororidad y todavía no existe la sororidad en el feminismo, en cuanto al trabajo sexual, pero por lo menos se están formando grupos para poder tener compañeras de trabajo, apoyo, amigas, para poder saber de otras maneras de trabajo sexual.


¿Cuál es el estigma que enfrentas como trabajadora sexual?

Es difícil, pa mi, medirlo. Me construí una vida, como soy puta, donde no tengo que ir a mamarme gente que odio, ¿cachai? Paso encerrada en mi casa, con amigos y la gente de Internet. Mira, vuelvo al tema del afecto: el estigma de que las putas somos frías. Hay una hueva súper compleja de la que me he dado cuenta: creo que cuando uno es objeto de deseo, no se te permite ser deseante, ¿ya? No solo con las trabajadoras sexuales, sino con toda mujer empoderada.


Yo me he construido mi propia burbujita, no sé cuan conectada estaré con la sociedad actual, incluso en Internet he hecho mi nicho. Ahora está esta corriente progre que es como ya, que chora la hueá, pero sé que hay gente que no le gustaría salir en una historia de Instagram con su amiga prostituta, ¿cachai? No sé cuanta gente quisiera ser pareja de una trabajadora sexual, llevarla a su casa.


En países en donde el sexo debe ser calmo, matrimonial y reproductivo, cualquier otro tipo de expresión sexual es considerada sucia, perversa, enferma. ¿Qué piensas de esto?

Mira, las compañeras que trabajan con las trabajadoras sexuales de la calle, es importante recalcar que no hablamos de las escorts de Vitacura, etc. Hablamos de las chiquillas de Plaza de Armas, etc. Las chiquillas se cuidan, el que no se cuida es el marido infiel, ¿cachai? Mira, a mi me dejaba negra la cantidad de hueones que me preguntaban si era con o sin condón, ¿cachai? Entonces el hueón que llama a la puta, queriendo sexo sin condón, es el que está infectando a la sociedad. Todo, siempre, es con condón; forrado entero! No voy a tener jamás una cita con una persona que tenga cero respeto por su cuerpo y por su salud. Son los hombres los que andan pegando huevas: los hombres casados.


Mencionas al hombre casado y pienso en el estereotipo del cliente. ¿Es justo asumir que hay un perfil?

¡No! Mis clientes son chicos entre 20 y 30 años, algunos muy guapos y quieren conversar. Una tiene que saber seguir la conversación según ellos quieran, pero como soy florerito, la conversación siempre se trata de mi, de mi y de mi. - Ríe – Hay que sacar el tabú de pagar por sexo, por ejemplo: la mujer no paga por sexo y ¿qué pasa? El hombre hetero, gay, viene llegando del carrete a las 5 de la mañana, acá en Bellas Artes, busca en Grinder, le mandan un pico, un culo, se va y se pega una cacha altiro. El hombre casado a la hora de almuerzo, quiere que le hagan una paja, se va al café y nadie se enteró de cuanto pagó.


Todavía las mujeres estamos encerradas en nuestras casas, con nuestros vibradores. Todavía nuestra sexualidad está recluida en el espacio doméstico.


Todavía no trascendemos la barrera para decir puta, estoy caliente, quiero estar con una negra preciosa, voy a buscar un numero. Me encantaría que existieran escorts para mujeres, no una escort hetero que hace un servicio para una mina que, en el fondo, va a hacer un trio. Me encantaría que existieran escorts dedicadas a mujeres.

Yo me dedico a ambos, he tenido chicas que me han comprado fotos y videos.


La industria sexual es machista porque esta controlada por hombres y los consumidores son hombres, pero es la única industria en la que la mujer gana más plata que el hombre. Mucha más plata.


¿Cómo es tu sexualidad personal?

Es una decepción, yo no soy una mina pelá, caliente, pero soy perversa. Nunca he sido muy promiscua, siempre ha sido así. Mi libido, mi búsqueda de sexualidad no es para validar mi sexualidad porque se retroalimenta en mi pega, entonces mi vida sexual es buena, pero no en cantidad. Soy regalona, para mi el sexo y la afectividad no son por separado.


No tengo una vida sexual desenfrenada, orgiástica, pero encontrar gente que esté en el mismo ritmo sexual es difícil, ojala pudiese encontrar hombres o mujeres que me hicieran un sexo maravilloso todos los días, como me encanta. No sé cuan sincera sea la aprobación de lo que hago, de una pareja estable. Hay pocos hombres que son capaces de ver mi parte humana, de derribar la imagen que tienen de esta mujer hiper sexualizada que es mi alter ego laboral, cachai? Yo soy una persona súper estable y siento que me ayudaría mucho tener alguien dentro de esa estabilidad. A mi no me va mucho la idea del poliamor, politinder: me genera mucha ansiedad y un desgaste energético heavy.


El sexo es un lenguaje emocional.


Soy bisexual, pero bisexual en standbyporque no me pescan las minas; me hablan pero no se atreven a más, además me da pavor acosar, pensar que hay onda y que no sea cierto. Le tengo mucho pánico a eso.


¿Cuál es tu visión de la iglesia y la religión en Chile?

Soy atea y anti-cristianismo 100%, completamente opuesta a la iglesia, la religión, sobre todo lo que se ha hecho en este país. Finalmente creo que son morales de elite que las inculcan pal pueblo, pal pobre, porque ellos no siguen ese dogma; ellos son más perversos, más drogadictos. La presión social es para abajo.


¿Qué falta en la sexualidad de los chilenos?

(Ríe) Me van a odiar, pero a los hombres chilenos les falta mucho. Las mujeres, las niñas desde la media, gracias al hermoso movimiento feminista, están empoderándose de su sexualidad de una forma increíble, con educación, conociéndose. Creo que una cabra chica de 18 a un cabro de 18, le da cancha, tiro y lado, pero el hombre se está quedando atrás.


El hombre chileno todavía es muy básico, me doy cuenta cuando terapeo; a través de mis redes y por lo que me preguntan. Me doy cuenta que estamos cagados, cachai? Es un trabajo intenso y profundo que tienen que hacer los hombres para empatizar con sus cuerpos y los de sus compañeras.

Mira, estas nuevas tendencias de poliamor y todo eso, corresponden más que a conectar hacia una sexualidad más madura, más placentera, corresponde más como a un consumo de personas. Para mi la sexualidad está conectada al bienestar.


Es difícil responder, las trabajadoras sexuales no sabemos todo con respecto al sexo, somos personas.


¿Porotos o cazuela?

¡Cazuela! Sobre todo en un clima así (frío). En mi casa siempre hacían cazuelas ricas y yo separaba la carne, las papas y eso. Me tomaba la sopa y después me comía las otras cosas.

IG @Occvltriz




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EROTISMO Y FOTOGRAFIA: MACARENA ALVAREZ ACHURRA (MAK ALVAREZ) (Chile/Holanda)


Macarena Alvarez Achurra es Chilena y, desde hace algún tiempo, vive en Amsterdam junto a su esposo. Fotógrafa documental desde hace 13 años, a partir de ahí ha incursionado en el área audiovisual, proyectos sociales, como tallista y ha desarrollado numerosas in--------iciativas personales como "LeFap".


"Hace 4 años pensé en desarrollar mi lenguaje de fotografía documental utilizando las herramientas propias de esta rama, pero desde lo erótico. La mujer ha sido siempre el epicentro del erotismo, sin embargo a menudo somos juzgadas por "mostrar más de la cuenta".


Para mi la fotografía erótica es una forma de manifestar el cuerpo, la carne, la sexualidad y el feminismo. El proyecto LeFap, hace referencia a la masturbación o paja femenina.

Nace el 2015 con autorretratos y registrando los diferentes matices de la sexualidad y sensualidad femenina de forma orgánica y terapéutica. Tratar la auto estima, el juego con el vestuario y los personajes que se crean en conjunto. Las imágenes son con luz natural o flash directo, siempre en locación, nunca estudio.


No trabajo con modelos, no me gusta la pose ni el estereotipo, prefiero trabajar con mujeres "normales" que generalmente han sido artistas. Me gustan las bellezas raras, exóticas y simples a la vez, que tengan un lenguaje corporal y único.


Porque lo erótico causa tensión.

Porque me gustan las imágenes que provocan. 

Por el solo hecho de erotizar, liberar sensualidad y autoestima.

Porque es terapia.

Porque respeto mi cuerpo y el cuerpo de las mujeres retratadas".


Mi abuela

Mi abuelita se llamaba Dina Rodríguez, nació en Curepto, cerca de Curico. Me iba a dejar al colegio cuando mi mamá estaba recién parida de mi otra hermana. Viví en su casa toda mi infancia, ella es mi imagen de madre, no mi mamá. Mi mamá ha hecho la pega con nosotros grandes. Mi abuelita no nos pescaba mucho cuando crecimos, siempre fue mañosa con los adultos.


Ella fue mi mamá, todo lo vivimos en la cocina y era una mujer muy generosa. Recuerdo que mucha gente llegaba a nuestra casa y ella los alimentaba. A través de la cocina ella quería a la gente. Me hizo amar la cocina y hacerlo bien, invitar amigos y compartir el gesto del amor que hay en la comida.


Mi mamá era mamá soltera y éramos dos en ese momento. Mi tía también era mamá soltera y vivíamos todos hacinados en la casa de ella y se hacia cargo de nosotros. Mi mamá también, pero no era muy maternal, mi abuelita era la que nos daba eso: nos calentaba el guaterito, me acercaba la pelela pa que yo meara. Siempre estuvo súper, súper preocupada de mi.


Era bien hippie pa vestirse, andaba con pantalones y chalecos anchos y zapatillas. Siempre súper tapada, como a la antigua. Tenía un par de collarcitos de cuarzo, tengo uno de ella, de turmalina.


Fue súper importante para mi niñez, desgranábamos porotos, hacíamos empanadas y mermelada de frambuesa. 


La Nini fue una de las primeras personas a quien les saqué fotos. Hice mi tesis - que contaba de tres personajes - y uno de ellos era ella: contaba de su desconexión con la realidad. Murió el 2017, después de haber estado malita hace rato. Tenía demencia senil. Ya no me reconocía, pero siempre me dijo: “tienes los ojos de mi mamá”. Mis ojos son grandes y verdes, como los de su madre. El resto de la familia tiene los ojos pequeños y azules.


Pueden seguir la obra de Mak en:

Instagram: @lefaplove

Fotografías: www.behance.net/makph



#1 28Jan19 SEXO - PORNOGRAFIA FEMINISTA - ALE PINO (Chile)


Porno feminista = ¡Porno para el mundo!


En todo este tiempo, desde que se me ocurrió la loca idea de estudiar cine y radio documental (¿Quién estudia eso?!) he tenido el bichito de hacer pornografía ficción. Pero no cualquier pornografía ficción, sino que pornografía donde la cámara muestre el disfrute del placer, con historias como las de cualquiera y con la hermosura de los cuerpos reales y normales: con tatuajes, cesáreas,

pechugas de distintos tamaños (el izquierdo nunca es igual al derecho) penes normales y lo más importante: donde todos quienes aparezcan en las imágenes la gocen lo mejor posible, que se note que de verdad lo están disfrutando, no participando a lo Nadia Comaneci en una competencia olímpica de mete y saca donde las mujeres son objetos y los hombres ni nos importan, solo importan sus penes depilados y rosados o negros.


Con suerte vemos sus caras, cuando una de las mejores  cosas de la vida es ver la cara de orgasmo que pone el/la con quien estás disfrutando. ¡Imagínate eso en cámara!

¿Y cuál es la gracia del porno? me preguntaron una vez, ¿Por qué querer hacer algo tan feo? Y claro, la pornografía más popular y más accesible es el porno “feo”. Incluso, mas que feo, me gusta llamarlo el porno falso, que si bien, muchas veces son la fantasía de muchas personas, eso de que pinches el neumático de tu Ferrari rojo y llegue el policía con la tremenda luma a ayudarte a cambiar el neumático y tu le pagues con sexo sobre el capó con un orgasmo automático, no me parece una historia que pasa muy frecuentemente.


Ése es el tipo de porno que se volvió masivo. La razón, el porno estaba hecho para un solo grupo de personas: Los hombres y por hombres.


Lamentablemente el porno hecho por hombres tiene una visión bastante antigua del placer: las mujeres tienen un rol de objeto, los hombres son sementales siempre dispuestos y listos para la acción y las mujeres tienen un prototipo bien claro de belleza: Cuerpos hechos a punta de bisturí, mucha peluquería y uñas postizas… entre tantos otros puntos comunes.


Si nos vamos a revisar los nombres de quienes han sido directores de porno, son hombres con hartos temas: cortos de lucas, adictos a alguna droga, con una visión de que las mujeres generan plata, y que ellas tienen que estar siempre ricas y dispuestas, y ellos sementales, como los que esos mismos directores nunca podrían ser.


¿Qué tal si le damos un vuelco?


Por ejemplo: Alvaro y Luisa: tienen dos hijos pequeños, trabajos y muy poco tiempo para disfrutarse como pareja, como tanto les gusta. Por eso, los domingos ponen la alarma para recordar cuando eran solo ellos dos, mordiendo las almohadas y disfrutándose como si estuviesen leyendo el mapa del otro, sabiendo perfectamente qué apretar y cuando.


O Sofía y Santiago: cuando el salir de carrete con su mejor amiga, bailar, y pasarlo bien y entre piscolas y la noche se transforman en la mañana del domingo con la ropa de fiesta, los tragos encima, la calentura de una nueva compañía y la torpeza de la primera vez.

Carolina y Marcela: Un accidente la dejó sentada en una silla de ruedas, con el pasar del tiempo el sexo ya había quedado de lado, hasta que al otro lado de la mesa encuentra una mirada capaz de hacerle sentir pasión de nuevo, sin miedos, sin prejuicios, solo placer.


Roberto y Carlos: Un hombre mayor, con todo el domingo por delante, con varias malas citas a cuestas, pero la soledad es más fuerte, conoce a alguien en una App, se juntan para un café que se transforma en una tarde de sexo, pasión y relajo.


Esas son las historias simples de Domingo, un compilado de cortos porno quieren mostrar historias cotidianas, con personas comunes y corrientes teniendo orgasmos, dándose nalgadas, disfrutándose con los ojos, las piernas, las manos y las lenguas, masturbándose mirándose en el espejo, pelos de gallina, sudor, rasguños, botones volando, corridas de calzones para correr mano, respiraciones entre labios, gemidos, apretones, besos en el cuello, jugueteo con los pezones, mete y saca en primer plano y cámara lenta, créanme, sería un placer hacer algo así y dejarlo para que todas y todos lo disfruten, en la soledad, en la compañía, de a dos, en grupo, pero lo más importante que sea gozado en igualdad de condiciones, con consentimiento y una buena banda sonora, obvio.


Si nuestra educación sexual es tan mala, en los colegios y en nuestras casas, si “porno” es la palabra más googleada en el mundo, si los adolecentes suben historias en Instagram violando a una chiquilla queriendo copiar un gang bang ¿no sería lindo que también tuviesen acceso a porno real? ¿a imágenes más cercanas de lo que tendrían en sus propias vidas? ¿tendríamos entonces, adultos mas conformes con sus cuerpos, más satisfechos con sus sexualidades? ¿más respetuosos con el disfrute de una otra/o? Tal vez sí, tal vez no, pero sería lindo ver que en alguna galaxia no tan lejana, seamos libres de nuestros cuerpos y que podamos disfrutarnos sin culpas, sin prejuicios, sin tabúes, sin dañar a quien tienes al frente por tu placer, sino ¡con pura candela mutua!


¡Puchacai que sería lindo oiga!.



**Alejandra Pino, nacía y cría en Maipú, a las afueras de Santiago, cuando aún comían las vacas del pasto afuera de mi casa.

Llegaron los años noventa y llegaron las casa Copeva, el Grunge y la promesa de la alegría que nunca llegó. Hasta ése entonces mi vida fue “normal”, adolecente con muchas actividades fuera del colegio y enamoradiza como ella sola.

Llegó el Pancho, el primer amor, los primeros orgasmos y las primeras conversas de sexo con mis compañeras de colegio. Tenía suerte, sabía más que el resto.

Ayudé a varias a guardar sus pastillas en mi mochila.

Llegó Lagos al gobierno y mi familia quebró, los estafaron. Tuve que dejar mi primer año de periodismo, carrera que amé. Congelé y preferirnos agarrar camas y petacas para irnos a Venezuela. Me vine de vuelta a Chile para estudiar, así que lo que primero estudié fue turismo: corto y rápido para conseguir un trabajo y valerme por las mías.

Estaba terminando turismo en Viña de la Mar y conseguí hacer la practica en una agencia de viajes solo para estudiantes en Suecia. En el puerto conocí a muchos suecos que estudiaban en Chile y viajaban por ésa agencia. Me encantó la idea.

Partí de nuevo y me quedé en el norte por 10 años, y entremedio viví dos en Barcelona, experiencia que me abrió la cabeza a la libertad sexual en todo sentido.

Me casé, me divorcié y decidí volver a estudiar lo que hace muchos años atrás no había podido terminar, o algo lo más parecido. Estudié en Suecia una carrera inexistente acá: Cine y radio documental.

Volví a Chile, para terminar mis documentales y mi último año de escuela.

Me fui por el lado de la música y la sexualidad. Trabajo hasta el día de hoy con bandas de rock independiente, y fue así que nació el Yo Veo Porno, el primer proyecto donde hice un llamado a todas y todos quienes quisieran mostrar lo que querían ver o no ver, hacer o no hacer en una porno lo hicieran, por 10 segundos.

Esos 10 segundos se transformaron en un mini documental de 30 minutos.

Ahora trabajando en el segundo proyecto: Domingo, un día en entre sábanas: corto ficción en búsqueda de la equidad del placer e igualdad de género.

Presenté en trabajo en la Bienal Temblor, en el MAC el año pasado y ahora estoy trabajando en los guiones y juntando fondos para poder filmarlos y entregárselo a quien quiera vierlos.

Eso es hasta ahora, y veremos en qué sigue ésta corta bio de 37 años.

 
 
 

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